(desmontando la larva)
la salamandra era francesa, como francesa era la larva que había anidado en la pata plegable de la mesa. estaba muy oculta, tanto que al ir a plegarla, no nos dimos cuenta de momento. en cuestión de segundos, quizás micro-segundos, el cerebro te da un latigazo y reaccionas, has visto algo que no debes ver.....algo que no debería estar ahí.....sólo sabes que te da miedo, o asco, no se....sueltas la mesa de golpe, se golpea, se rompe la pata....la larva seguía ahí, tejiendo su traje de hilo, haciéndose el dormitorio provisional........quizás preparándose para pasar una temporadita. lo que no sabía es que uno de nosotros, el más valiente, le desmontaría el garito con un palo implacable, punzante y desahuciador. luego vendrían las preguntas: ¿era gordo el bicho?, ¿tenía patas?, ¿lo has matado?........puagh
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