jueves, 8 de agosto de 2013
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rayas y cuadros parecían las caras de los que allí ibamos montados. el vagón del metro, esta vez, asomando la nariz a la superficie, mostró a todos los viajeros la vista más llamativa de la torre, esa que desata la caja de resonancia y provoca un ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. ahí estaba ella, la eiffel, y todos nosotros, mayores y pequeños, recolocándonos las gafas, las viseras de las gorras e incluso alguno intentando equilibrios fotográficos mientras el convoy frenaba con cierta brusquedad.............
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