tía juana es una señora que tiene una casita al borde de la playa. justo en la bahía. cuando la marea sube, el agua llega hasta los primeros peldaños que dan acceso al jardín. esos peldaños están oxidados. el salitre es lo que tiene, que lo descascarilla todo; pero eso no es un problema porque le otorga a la fachada un aire desgastado y decadente que no se corresponde con lo que las enormes cristaleras dejan ver de su interior. entre otros muebles de abolengo, hay una enorme lámpara de cristales de la que cuelga una enorme gaviota de madera. la gaviota pende sobre la mesa del comedor como si los comensales siempre estuviesen a la intemperie. el sonido en directo lo ponen el mar y la gaviotas. cuando la marea está baja, muy baja, el paisaje son barcas varadas e inclinadas, unas a la derecha, otras hacia la izquierda.........en reposo. esa es la casa que la tante jeanne tiene en la bahía.
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