domingo, 27 de octubre de 2013

pierres

se confirman mis sospechas: el asfalto es malo. no hace bien. y es que a veces, pasan cosas que como no las verbalizamos, parece que no nos ocurran; tú vas pedaleando por asfalto tranquilamente, cuando de repente va y se termina, entonces y sólo entonces, caes en la cuenta de que te pican los oídos por dentro. el traquetear de las piedras hace que se muevan partes de tu cuerpo que creías dormidas y no. los oídos pican, como pican los brazos después de un rato de pedalear por las piedras. las carnes se mueven a distinto ritmo que durante tooooooooooooooooodos los días por el asfalto. así pues, hoy lo he dicho en voz alta: me pican los oídos del traqueteo de las piedras. de los brazos ya no he dicho nada, porque cada cual que apechugue con su grado de descolgamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario