lunes, 11 de marzo de 2013
haberemus o no haberemus
tuve la suerte de visitar la capilla sixtina. deseo volver. es preciosa. había una cohorte de trajeados que a cada suspiro más fuerte que otros, a un amago de sacar algo del bolsillo algún instrumento, pañuelo o cámara de fotos se abalanzaban sobre uno para evitar cualquier tropelía (si a respirar, toser, estornudar, etc, se le puede llamar así). está muy bien que preserven las obras de arte en general y la capilla sixtina en particular. dicen que tanta visita estropea los frescos; tanto humor, vapor, calor....amenaza a la creación....ahora bien: ¿cuántos humores, olores, vapores, hedores, olores, no exhalarán los que ahora van a ocupar la estancia? teniendo en cuenta las edades, y que la condición humana tiene a veces sus fallos en forma de escapes, pérdidas y desahogos......si además los cánticos de alientos añejos van a ser abundantes estos días...¿cuánto no van a sufrir ahora los frescos? ¿qué decir además del humo blanco, del humo negro.....? o es que acaso hay pedos inocentes, divinos, humos inocuos etc etc??? el camarlengo tiene tajo estos días.....sólo en airear la estancia se le va a ir un buen rato.............
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