botones
parece ser que a Nicolás le llevan de calle los botones. cuando era pequeño me decía que me quería mucho; yo más -le decía yo- y él: pues yo del todo, sin apagar el botón (ahora me dice que sin parar). hoy me ha confesado que él creía -cuando era (más) pequeño- que el mar ,por la noche, alguien lo apagaba de un botón y las olas se quedaban como estuviesen en el momento de apretar el botón.
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