domingo, 14 de febrero de 2021

esmeralda

nunca le cogí rencor a los carromatos de gitanos. es más, diría yo que he desarrollado un aprecio especial hacia toda la parafernalia y lo que visualmente transmiten. mi madre, cuando yo tenía muy pocos años, para hacerme rabiar, me decía que me habían rescatado de un carromato de gitanos. que tenía la cara sucia y con mocos y pensaron (mi padre y ella) y si la cogemos? nos llevamos esa criatura para nosotros? y decidieron que sí. yo lloraba, claro; decía que quería ser de la familia de verdad, como mis hermanos. nunca tuve rencor a los carromatos de gitanes. luego, de medio mayor, alguna vez fumé gitanes (por aquello de que era difícil comprar tabaco francés y quedaba moderno)