sábado, 12 de mayo de 2018
maripís
hoy he aprendido a meter los argumentos cargados de principios en el monedero. se trataba de comprar o no unos maripís blancos. muy blancos. impolutos. tan blancos como el baldosinín (antiguo blancoespaña de toda la vida); pues bien, tras argumentar sobre la conveniencia o no de adquirirlos, por aquello de que se ponen asquerosos en cuatro ratos, y después de aceptar la derrota, al ir a pagar y ver que valían la mitad de lo que ponía en la caja, he decidido recoger los argumentos en el apartado de la calderilla del monedero (eso sí, he avisado de que no cerraba con cremallera, que se quedaban a la vista -los argumentos-).
en la ducha
después de los hechos acontecidos necesito hacer catarsis, mucha catarsis. huyo del momento pero a veces el momento viene a tu encuentro. una forma de hacer catarsis (una poca) es dando baldosinín a las juntas de baldosa de la ducha.
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